La onicofagia es el hábito compulsivo por el que la persona que lo sufre se come las uñas.
Este hábito puede ser considerado como un hábito común e inofensivo, sin embargo, morderse las uñas puede desarrollar múltiples problemas para nuestra salud, aparte de la mala estética en nuestras manos.
Desgaste dental
El mordisqueo continuo es capaz de erosionar el esmalte de los dientes mediante microtraumatismos. En casos severos y donde el hábito es continuo y con intensidad, incluso puede astillarlos y provocar fracturas en los dientes.
Infecciones
A lo largo del día nuestras manos tocan multitud de superficies contaminadas, y millones de microorganismos se acumulan debajo de nuestras uñas.
El mordisqueo de las uñas y contacto continuo de nuestros dedos en la boca, puede suponer un trasvase de bacterias lo que aumenta el riego de infecciones en la boca y puede ser la puerta de entrada para determinadas bacterias que pueden afectar a la salud.
Un estudio del departamento de Dermatología de la Universidad de Pensilvania concluyó que debajo de las uñas hay miles de miles de bacterias mientras que en el resto de zonas de la mano sólo suele haber unos cientos.
En nuestras uñas acumulamos bacterias como: Staphylococcus, la Candida o la Escherichia Coli las cuales pueden ocasionar malestar, diarreas y vómitos.
Lesiones en los tejidos blandos
El mordisqueo de nuestras uñas también puede provocar lesiones en nuestra encía. La uña puede hacer heridas, o retraer la encía cercana a los incisivos. Además, debido a la cantidad de bacterias que acumulamos debajo de ellas, estas lesiones pueden infectarse e inflamarse.
Articulación
El mordisqueo persistente de uñas también puede pasar factura a la articulación temporomandibular, la que nos permite mover nuestra boca, incluso pudiendo provocar dificultad y dolor para masticar los alimentos. El problema es debido en que dicho movimiento implica una posición forzada para la mandíbula.
Mal aliento o Halitosis
La onicofagia también está relacionada con los problemas de mal aliento o halitosis. Esto ocurre por un traspaso de bacterias desde las uñas a la boca.
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